Llanura Costera del Caribe
Es la más importante de las llanuras costeras dominicanas por su “extensión” {240 x 10-40 km), así como por su desarrollo agropecuario, económico y poblacional. En ella están 3 de las seis primeras ciudades de RD (Santo Domingo, La Romana y San Pedro de Macorís), la mayor parte de la ganadería nacional, y las varias zonas turísticas del país de importancia.
Se extiende principalmente al sur· de la sierra de Yamasá y la cordillera Oriental, aunque estrictamente desde la desembocadura del río Ocoa hasta el extremo oriental” de la isla (cabo Engaño, y Nisibón más al norte). Incluye las llanuras costeras de Baní y San Cristóbal, siendo “más ancha en la parte oriental” alcanzando más de 40 km en la parte de Bayaguana.
Esencialmente, está constituida por una serie de terrazas calizas, que se elevan gradualmente desde la costa hasta alcanzar 100-120 m en su límite norte al pie de la cordillera Oriental, la plataforma cársica de los Haitises, y la sierra de Yamasá. En su extremo occidental el cambio hacia la cordillera Central es más brusco, estrechándose la llanura-.
Estas calizas arrecifales se formaron “a base de corales, foraminíferos y del calcio disuelto en al agua del antiguo lecho de mar –poco profundo- que constituía esta región en el Pleistoceno. Emergieron recientemente por etapas, formando diversos escalones. Y en toda ella abundan carsos, cavernas de rompientes, sumideros y cursos de ríos subterráneos” (así al río Brujuelas, las grutas cársicas de los Tres Ojos, las cuevas del antiguo zoológico de Santo Domingo y las de los farallones del Mirador del Sur en la misma capital).
Numerosos ríos cruzan esta llanura, formando un “drenaje paralelo, de norte a sur. Unos tienen importancia como “factor formativo de suelos”, especialmente los de la parte occidental (Ozama, Baní y Niizao, que formaron amplios suelos aluviales de gran productividad). Mientras que otros, han producido “profundas incisiones” en la llanura -principalmente en las terrazas arrecifales del este-, que dificultan el aprovechamiento de sus aguas para la agricultura de sus orillas (Macorís, Soco, Cumayasa, Dulce y Chavón. Estas incisiones o cañones, pueden verse en el Ozama, a su paso por Santo Domingo).
Dos partes diferentes se distinguen en esta llanura a partir del río Haina, disminuyendo la lluvia a partir de San Cristóbal (1885 mm anuales), situada al pie de la cordillera Central, hacia los extremos. La Llanura de Baní está al oeste de dicho río, y es más seca (reduciéndose a 600 mm en las calderas), por lo que depende del riego para su desarrollo agrícola. Mientras que la Llanura de El Seibo, o del este, es menos seca (1000 mm de mínimo, en cabo Engaño) y también necesita riego complementario para su optimización. Esta última parte es de mucha mayor extensión, y se caracteriza por la complejidad de sus suelos, debido a sus diversos factores de formación.
Las islas Saona, Catalina, Catalinita, y otros cayos situados frente a las costas de la parte oriental son estudiadas con la llanura costera del caribe ya que comparten sus características estructurales y geomorfológicas, estando separadas de la misma por canales poco profundos.
Adaptado del libro Geografía Dominicana de Santiago de la Fuente sj. 1976.
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