Las Regiones y su Carnaval
En todo el país se celebra el carnaval, sea del tipo “de carnestolendas” o del tipo “cimarrón“, presentándose variaciones regionales. Algunos de estos carnavales son los de:
- Azua
- Cabral
- Cotuí
- La Vega ( y Bonao, Constanza, Mao, Moca, Navarrete, Puerto Plata, Río San Juan, Salcedo, San Francisco de Macorís)
- Montecristi
- San Pedro de Macorís
- Santiago de los Caballeros
Cotuí
Aunque algunos de los personajes carnavalescos son comunes a otras partes del país, en Cotuí se desarrollan algunos tipos exclusivos, siendo los más impactantes y hermosos Los Platanuses (con sus derivados Los Papeluses). Con sus trajes de tiras hojas secas de plátanos (Musa paradisiaca) y sus máscaras vegetales de higüeros (Crescentia cujete), adornados indiscriminadamente de comején (termites) y panales de avispas, el carnaval de Cotuí logra una hermosa dimensión artística, cultural y antropológica, única en el país.
Los Papeluses son similares a los Platanuses pero usan tiras de papel y bolsitas plásticas en lugar de hojas de plátano.
Ese disfraz hecho con hojas de plátanos derivan, casi sin modificaciones, de trajes usados en festividades tribales en África occidental. Es posible encontrarlos en otros países; en Dominica, son llamados “Sensay“.
Estos tipos también se encuentran en otras localidades próximas a Cotuí, y hasta en Villa Altagracia.
La Vega
Durante años el carnaval vegano mantuvo una expresión predominantemente españolizada, simbolizada en una expresiva teatralización, el baile de las cintas y sus Diablos Cojuelos, con trajes simples de color rojo, amarillo, verde y con sus máscaras representativas del diablo medieval, andromorfo, mefistofélico, con sus dos cachitos frontales clásicos, orejas grandes, boca abierta y dientes al aire, la cual fue posteriormente criollizada con barbas de cuero de chivo.
Cada domingo del mes de febrero en horas de la tarde, los Diablos Cojuelos salen a la calle armados de sus vejigas de toro (aunque ahora se usan plásticas), golpeando a todo el que ose bajar a la calle, pero respetando a los que se mantienen en la acera o calzada.
El centro de la actividad es la calle Padre Adolfo, pasando por el Parque de las Flores, donde los diablos azotan a los transeúntes que los provocan o abandonan la calzada y donde se culmina con un desfile de más de 80 grupos de comparsas.
Esta dimensión pintoresca, herencia colonial, se transformó con la presencia afro, donde jugaron importante papel las migraciones cubanas y los pobladores de los barrios populares de la Vega.
Una característica actual del Carnaval vegano es la presencia dominante de los grupos de carnaval (comparsas) con vistosos disfraces. La máscara se ha ido transformando en enormes monstruos de inspiración oriental y en extraordinarias expresiones artísticas antropomorfas.
Es el carnaval más promocionado y al que asiste mayor cantidad de personas del país, celebrándose los domingos de febrero, aún luego del Miércoles de Ceniza.
Por su éxito, el Carnaval vegano ha influido en otras poblaciones del Cibao, tanto en su promoción como en la manifestación. Algunos de esos carnavales son:
Bonao
El carnaval de Bonao es rico, de impresionante colorido, lleno de creatividad. Su personaje central es el Macarao, lleno de colores, espejos, cascabeles, música, vida y personalidad.
Constanza
Es un carnaval joven, que rápidamente busca su identidad, lleno de colorido y originalidad.
Mao
Es un carnaval en crecimiento. Como diablo cojuelo tienen a Las Avechisas.
Moca
Los diablos cojuelos se identifican como Los Papujitos (o Jinchaítos) de Moca. Es un carnaval joven.
Navarrete
Aquí los diablos cojuelos se llaman Judas.
Puerto Plata
Aunque es uno de los carnavales más antiguos y más tradicción del país, ahora es que está tomando impulso nuevamente. Su versión particular del diablo cojuelo es el Taimácaro, cuya máscara es una representación de dioses taínos.
Río San Juan
Uno de los carnavales más jóvenes del país, lleno de contenido y símbolos marinos.
Salcedo
Cuyo diablo cojuelo es llamado Macarao; su traje es el de mayor colorido del país, confeccinado con papel crepé. Sus máscaras tienen una rica diversidad de símbolos animales. El último día, cuando se anuncia que terminó el carnaval, el pueblo arranca el papel crepé de los trajes a los macaraos.
San Francisco de Macorís
En esta ciudad comienza a esbozarse el carnaval callejero, sobresaliendo los Catarrones, comparsa de diablos cojuelos con máscaras sonrientes (las únicas del país).
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