Marcio Veloz Maggiolo – Salmo Heroico a las Mirabal

Marcio Veloz Maggiolo (1936-2021)

Salmo Heroico a las Hermanas Mirabal

Abril de 1962.

Yo os digo que las Mirabal no han muerto,
y no me canso de decirlo.
Ellas florecen en cada flor de mayo,
y nutren el corazón del ojo que las mira,
y ensanchan el corazón del brazo que las busca,
y endulzan el corazón mismo del pueblo.
El multiforme corazón del pueblo.

Ved, sus cabelleras lacias envuelven nuestro sueño.
Las cabelleras de la libertad.

Yo os digo que ellas pasean sus formas en el viento
y entran en los poblados,
y besan a los líderes del pueblo
y crean la libertad y la predican
por santa inspiración en mentes útiles.

Vedlas. ¿Flotan o no?…. Visión de oro.
las Mirabal no han muerto.
Visión de eternidad, las Mirabal perennes.
Sonido de la patria, su nombre es como un himno
que aprenden los niños.
que aprenden los pájaros,
que murmuran los ríos,
las rocas polvorientas,
el polvo mismo.

Universales nombres de las dominicanas:
Patria, Minerva, María Teresa, Juana, Josefina,
Manuela, María, Micaela, un coro de mujeres sacrosantas:
Patria, Minerva. María Teresa,
demócratas o no;
comunistas o no;
patrióticas o si;
patriotas para siempre.
tres mujeres y más que hablarán por los cauces de sus ojos vacíos;
por la leche nodriza de sus senos cortados;
por la palabra roja de sus lenguas sin lengua;
por el borde morado de sus labios sin voz;
comunistas o no.
dominicanas.

Las Mirabal dirán cada mañana un nombre sagrado de la patria.
Bendecirán un fruto y se convertirá en oro.
Hablarán de la tierra y crecerán semillas
con los senos cortados,
y las lenguas cortadas,
y la libertad viva, entera, rebosante.
Mencionarán a Dios y veremos la lluvia caer constantemente
y el arca de Noé repleta de animales;
y veremos la espada de David destrozando cabezas gigantescas;
y veremos la Italia de Espartaco surgir
para burla de Césares;
y veremos la sangre andina de Bolívar
mezclada con la sangre de Sánchez, Duarte, Mella
crecer como un enorme océano de campanas
que repicaran gloria.

Miremos hacia ellos.
Aprendamos. Maestros y maestras de un alfabeto dulce
las Mirabal cayeron de espaldas a la tierra,
predicando, enseñando sueños de libertad,
sueños cuya presencia
abran surcos do amor entre todos los hombres,
abren surcos de luz en las carnes cortadas
por el látigo duro,
el látigo filoso: cuchillo de una hiena
que hundió sus cuatro patas en la sangre de un pueblo.
Métodos de un tirano.
La religión de aquellos que adoraron un dios con plumas y bicornio
y lanzaron a Dios hacia los basureros.

Las Mirabal son prólogo, epílogo, inocencia.
Epílogo del crimen. Comienzo del epílogo.
Llamas de una hoguerada que comenzó en la sangre
y terminó flotando sobre los automóviles,
sobre las avenidas,
sobre las plazas públicas,
en las carnes borrachas de los torturadores,
en las almas tendidas do los ametrallados.

Yo os digo que las Mirabal
florecen todas las mañanas
y nutren el corazón del ojo que las mira;
y nutren el corazón del brazo que las busca;
y nutren el corazón multiforme del pueblo.
Vedlas ahí, tendidas para siempre,
floreciendo para siempre.


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