Valles Intramontanos

Valles Intramontanos de la Cordillera Central

Valles principales, de pequeña extensión, se encuentran confinados por las altas elevaciones de la cordillera central, y las sierra de Yamasá.

El Valle de Bonao (128 km2) se extiende entre la cordillera Central y la sierra de Yamasá, desde Rincón hasta Bonao de Arriba, estando separado del valle de Altagracia” por una elevación del terreno en La Cumbre. Es un valle muy fértil y bien aprovechado. Tiene “suelos aluviales” recientes, con un promedio de 2000 mm de lluvia anual. Está recorrido por ríos y arroyos, que corren casi paralelamente, y entre los que destacan el Yuna, Jima y Yuboa”. Su cultivo principal es el arroz.

El Valle de Villa Altagracia se extiende también entre la cordillera Central y la sierra de Yamasá, desde La Cumbre hasta Madrigal, al sur. Es un valle alargado, y está contiguo al de Bonao. Es de las zonas más húmedas de la Rep. Dom. (2250 mm de lluvia anual, y más). El río Haina y Guananitos surcan sus suelos, predominantemente de color pardo y rojizo -que ocupan terrazas alargadas, flanqueando los aluviales recientes-. Son minoritarios los suelos aluviales, y el cultivo principal también era la caña de azúcar, pero después del colapso de la industria azucarera, las tierras, antes del ingenio Catarey, se usan para el cultivo de cítricos y frutales.

Poblado de Villa Altagracia
Poblado de Villa Altagracia
Image del ayuntamiento municipal de Villa Altagracia

Los valles de Bonao y Villa Altagracia fueron principalmente el resultado de la erosión rápida de la granodiorita-rellenando así en parte la Falla de Bonao- aunque el primero es también hasta cierto punto un valle fallado. En ambos el suelo aluvial es cuaternario. Y a una altura superior a la del aluvión se encuentran algunas colinas bajas de Grano-Diorita profundamente meteorizada.

El Valle de Constanza (30 km2) está ubicado en plena cordillera Central, entre las lomas de Chigueta, Negor y El Valle. Desde esta última se contempla una vista hermosísima del valle y de los picos que le rodean, frecuentemente rodeados de nubes. Valle de alta montaña, está situado a 1190 msnm” -el más alto del país-, y divide a la cordillera Central en dos grandes macizos: el del noroeste que culmina con el Pico Duarte (3098 msnm), y el del sureste que lo hace con la loma de Alto Bandera (2842 msnm). De ahí su riqueza peculiar, dentro del conjunto de los valles y regiones geográficas de la RD ya que depende de su condición de valle intramontano elevado, con el clima, paisaje, y topografía que esto conlleva. Riqueza que consiste principalmente en su potencial para turismo extensivo y de descanso, complementario del litoral -que será siempre el más importante de la RD- así como en sus cultivos de clima templado y frío, debiendo aprovecharse sus suelos para cultivos permanentes, y especialmente frutales.

Valle de Constanza
Valle de Constanza.
Foto del Ministerio de Turismo

El valle de Jarabacoa (23 km2) forma un triángulo enmarcado por los ríos Yaque del Norte y el Jimenoa principalmente. Está situado en la cordillera Central a 530 msnm y a 30 kms de La Vega. Es similar al de Constanza. Tiene un notable potencial turístico, que está más desarrollado por su mayor cercanía a los núcleos de población, especialmente Santo Domingo, Santiago y La Vega, así como por su menor altura. Sus suelos tienen baja potencialidad de desarrollo agrícola, por su “baja fertilidad inherente” incluso en los aluviales -que son de menos valor agrícola que los otros suelos aluviales del país. Están compuestos por partículas de rocas ígneas y volcánicas. Hace años su vegetación natural eran pinos, en su mayor parte, pero fueron deforestados y actualmente se dedican a maní y frijoles principalmente. Está bordeado de terrazas escalonadas. Y su lluvia anual es de unos 1500 mm.

Otros valles intramontanos de la cordillera Central son el Tireo, que está casi pegado a la esquina noroeste del valle de Constanza y el de Rancho Arriba en el curso alto del río Nizao, entre San José de Ocoa y Piedra Blanca.

Los valles de Constanza y Jarabacoa, Rancho arriba y Tireo, son de “carácter estructural. Probablemente fallado” y rellenados con depósitos y aluviones. Los altos bordes que rodean a los dos primeros están formados por rocas ígneas y metamórficas pero tienen también algunas sedimentarias.


Adaptado del libro Geografía Dominicana de Santiago de la Fuente sj. 1976.


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