Primera Campaña
- El frente del Sur
- El frente del Norte
- Camino a Santiago
- Batalla de Santiago (30 de Marzo)
El Frente del Norte
Como parte del plan estratégico del presidente haitiano Hérard ainé, el octogenario General Jean Louis Pierrot recibió la orden el 13 de marzo de 1844 de reunir en Cabo Haitiano todas las tropas de los departamentos Norte y Artibonito, a fin de partir lo más pronto posible hacia Santiago de los Caballeros, para de ahí seguir camino hacia Santo Domingo.
La vanguardia de Pierrot partió de Cabo Haitiano el 17 de marzo y el 19 cruzó el río Dajabón (Massacre) ocupando la población de Dajabón y el Cerro de Beler sin oposición alguna, toda vez que el Coronel Dennis, comandante de la plaza de Ouanaminthe (Juana Méndez), le había despejado el camino.
Para el 13 de marzo se encontraba en Cabo Haitiano, en viaje de negocios, el ciudadano británico Theodore Stanley Heneken, quien estaba establecido en Santiago hacía más de 20 años. Al enterarse de la movilización que hacía Pierrot, abandonó sus compromisos y salió del Cabo furtivamente en un bote, desembarcando en la desembocadura del río Yaque del Norte por Montecristi, tras dos días de navegación. Llegó a Santiago el día 20, dando la voz de alarma, por lo que los dominicanos tuvieron tiempo suficiente para prepararse contra la invasión que se avecinaba.
Heneken escribió sobre la situación en Santiago: “La ciudad se encontraba, en ese momento, en el mayor desorden, aunque no se tenía noticia de las intenciones de enemigo, reinaba el pánico; y casi toda la población había evacuado la ciudad, llevándose consigo a las montañas todo lo que fuese portátil o valioso”.
En ese momento, los delegados gubernamentales en el Cibao, generales Matías Ramón Mella y Pedro Ramón de Mena, se encontraban, junto con el Capitán José Desiderio Valverde, en San José de las Matas, reclutando tropas y organizando las defensas en la Sierra (lado norte de la Cordillera Central), ya que se esperaba que la invasión haitiana ocurriera por el camino de la montaña. Este camino se encontraba al sur de la Sierra de Zamba e iba de Dajabón hasta Sabaneta (que en ese entonces no existía como poblado) para de ahí pasar a Guaraguanó y seguir hacia San José de las Matas, de donde se baja a Santiago pasando por Jánico.
Mella y de Mena organizaron una línea defensiva desde Guayubín hasta Guaraguanó (actual Monción), con destacamentos y puestos avanzados en Partido, Arroyo Blanco, Los Almácigos, El Guanal, Sabaneta y Cañafísto. El Coronel Dionisio Estévez había sido designado como Comandante de esa línea llamada Frontera de Sabaneta, mientras que el Teniente Coronel Francisco Caba lo era del Cantón de Guayubín.
Camino a Santiago
El 19 de marzo, la vanguardia de Pierrot inició su marcha en territorio dominicano el 19 de marzo, a través de las sabanas noroestanas, por el camino denominado “de los Hatos” o de “Entre Ríos”, en lugar del camino de la montaña. El “Camino de los Hatos” va, de oeste a este, desde Dajabón hasta poco antes de Guayubín, al norte de la Sierra de Zamba; a partir de ahí, el camino, llamado entonces “Camino de Entre Ríos o de Los Ríos”, gira hacia el sureste en dirección a Mao, continuando por Ámina (donde se encuentra la Sabana Sin Provecho) y de ahí a Santiago por la Otra Banda, siempre al sur del río Yaque del Sur.
El miércoles 20 de marzo la vanguardia del General Pierrot alcanzó el río Chacuey, mientras él, con el grueso de su división de 10,000 hombres abandonaba a Dajabón ese mismo día, después de rechazar “una bandera de tregua” que le había enviado el General Francisco Antonio (Tito) Salcedo.
El General Tito Salcedo, con 500 hombres de los mil que tenía en Mao, se había adelantado hasta los cerros de Talanquera, frente a la sabana del mismo nombre por donde pasaba el camino de Dajabón a Guayubín, posición entre los ríos Chacuey y Magua en donde pensaba ofrecer alguna resistencia al avance enemigo. Al siguiente día, 21 de marzo, ocurrió el combate de Talanquera, que más bien fue una escaramuza por medio de la cual Tito Salcedo pensaba “sondear sobre sus [de Pierrot] encubiertos propósitos”.
Evidentemente, Tito Salcedo nunca tuvo la intención de enfrentarse seriamente a las poderosas fuerzas haitianas pero sí obtener información valiosa acerca del enemigo y tratar, además de hacerle aminorar su marcha hacia Santiago que se aprestaba para la defensa. Por tal motivo, Pierrot se vió obligado a tomarse nueve días para llegar hasta Santiago.
El Teniente Coronel Francisco Caba informaba el día 24, desde Guayubín, “que a las dos de esta tarde se han oído descargas de la parte abajo [camino de Los Hatos]. Eran las guardias dominicanas destacadas en Escalante [en la orilla oriental del río Maguaca], y los haitianos en su marcha para Santiago que se batían”.
El avance haitiano fue extremadamente lento, molestado por los hombres de Tito Salcedo. Le tomó tres días para llegar a Escalante desde Talanquera; tres más para llegar a Mao y dos para alcanzar las inmediaciones de Santiago, su objetivo primario. Llegó a la Sabana Sin Provecho (al este de Ámina) el 29 de marzo.
En ausencia de Mella y de Mena, reconocidos como los más capaces, ni el General Salcedo ni el General Felipe Vásquez pudieron imprimirle una organización adecuada a las fuerzas que integraban la guarnición de la ciudad, formadas hasta ese momento por una media brigada de artillería al mando del Capitán José María López, así como los batallones de la Guardia Nacional de La Vega, Moca y San Francisco de Macorís; el batallón “La Flor de Santiago”, mandado por el Coronel Ángel Reyes, y una compañía del batallón de Sabana Iglesia mandada por el Capitán Fernando Valerio. El General Vásquez regresó a La Vega sin dar explicaciones, complicando aun más la situación.
En esa situación fue llamado el día 27 el General José María Imbert (ver nota al final) y designado Comandante del Distrito y Jefe de Operaciones de la defensa de Santiago, quien, según el testigo Pedro Eugenio Curiel, “sin pérdida de tiempo principia a organizar las tropas de que podrían disponer… pensó sólo en hacerse fuerte en la ciudad de Santiago… hace atrincheramientos a la entrada de la ciudad. Construye fosos en los fuertes ‘Dios’, ‘Patria’ y ‘Libertad’… Envía como exploradores a M.M. Frómeta y al doctor Bergés.. para averiguar el paradero de las tropas haitianas; y mientas tanto continúa él sus trabajos de fortificación y toma otras medidas, desplegando la mayor actividad y energía, captándose cada vez más la confianza del pueblo y de las tropas”.
Nota: José María Imbert, inmigrante francés, casado con dama dominicana, radicado en Moca, quien en su país había sido militar profesional.
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